Descripción
Primera edición: mayo, 2016
Prólogo: Luz Cassino
Traducción: Josep Micó Conejero
Fotografía de solapa: Alicia Marina Rosa
Imagen de cubierta: Laura López Montejo
Ilustraciones: Ismael Boillos
Número de páginas: 66
Dimensiones: 15×21 cm.
Encuadernación rústica con solapas
D.L.: TO-64-2016
ISBN: 978-84-945388-9-6
Comentario: “Aquella joven que ganaba premios con los primeros poemas que aparecen en esta antología, ha crecido, y sus pasos se advierten en la voz y en la mirada de los versos más recientes. Ahora la que escribe es una mujer que no ha perdido, y lo agradecemos, la terneza ni el asombro, pero ha ganado en aplomo y sabiduría. Altair no es un recorrido por siete años cronológicos de su vida y de su obra, sino que es un compartir su crecimiento, y no lo oculta, lo dicen sus versos, que transmiten esa nostalgia por lo que indefectiblemente se deja. “Y a la orilla de este arroyo / siento escaparse entre mis dedos / los sueños de juventud / las primitivas utopías/ (…) Tiempos en que pintaba / en lienzos de aire / y vendía en el desierto / rayos de sol y guantes”. Y es el abismo ante lo nuevo, lo que vendrá y es aún desconocido y por ello tan ansiado, lo que remite al inicio. “Quiero volver al principio. / Ser tu tinaja, tu porta-dora / ser tu corazón y tú mi escudo / ser tu amada y tú mi dueño / que tú seas mi Dios y yo tu pueblo”. Carmen Ruth nos plantea Altair como una búsqueda y nos lo advierte desde la cita inicial de Hermann Hesse: “He sido un hombre que busca y aún lo sigo siendo, pero ya no busco en las estrellas y en los libros sino en las enseñanzas de mi sangre”. Es además queja y es ternura que se alternan como el yin y el yang, como Eros y Thanatos, dos caras de una misma moneda. Y si Eros, el Dios griego del amor sexual, trae equilibrio al caos y permite que la vida se desarrolle, le corresponde a Thanatos, su opuesto, el Dios de la muerte, arrancar de cuajo toda esperanza. “Ya no reconozco tu voz, / tu huella borró el camino, / se apagó la luz de tu mirada, / solo me acaricia el olvido”. La poesía nos provoca y nos evoca, es encuentro y es reencuentro, entonces ¿cómo inmunizarnos ante la metáfora, ante la voz poética que nos traspasa? Altair alude a las tres heridas de las que hablaba Miguel Hernández, porque las atrapa y las condensa, la del amor, la de la muerte y la de la vida, tan presentes en esta antología como la denuncia de las injusticias sociales, la indignación, el temor al rechazo, a la humillación, al abandono, el valor de las palabras, la vergüenza y el desacato ante una realidad anunciada “Se busca líder con ideas y conocimientos básicos de primeros auxilios sociales”. De todos los temas y recursos que utiliza Carmen Ruth para desnudarse en verso, rescato y destaco la palabra que una y otra vez regresa, obsesionada, como herramienta, como arma, como refugio, como juego. Y aunque subyace en la obra, como un péndulo, el temor a la vida, a la verdad, a la realidad, es su enorme valentía de enfrentarse al dolor de amar y transitar el vacío, ese conjuro ante la soledad, lo que nos transporta a la totalidad, a la integración, a la madurez, a la congoja de ser y de crecer en la necesidad de aferrarse a las utopías”. Luz Cassino (fragmento del prólogo)
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