EMMA FONDEVILA

Emma Fondevila había terminado sus estudios de Filología Hispánica en la Universidad de Buenos Aires y soñaba con dedicarse a la poesía y a la crítica literaria cuando la realidad cotidiana de su país le puso una zancadilla en forma de dictadura militar y tuvo que abandonarlo todo, meter sus pertenencias y sus ilusiones en dos maletas e iniciar una nueva vida. Fue un largo viaje en el tiempo y en el espacio: de Buenos Aires a Madrid en vuelo sin escalas. Regresaba a la tierra de sus antepasados, pero aquí no todo fue miel sobre hojuelas. Los retornados no encajaban nada más poner un pie en el aeropuerto. También tuvo que cambiar los jazmines por las jaras, las flores de arrancaran por el espliego, y la crítica literaria por la traducción como medio para ganarse la vida como tantos otros retornados. La poesía se quedó prendida en algún rincón de Buenos Aires y el desarraigo se cobró su cuota de silencio durante muchos años, años en los que fue haciendo acopio de experiencias vitales y de sentimientos que por fin volvieron a brotar en versos. La deriva de los hemisferios (Alcalima, Lastura, 2016) es el primer poemario que publica, pero en él está condensada una parte muy importante de su vida, de ese permanente viaje de ida y vuelta en el que ha ido reencontrando gran parte de lo que ya creía perdido.